VI
Papá Z y Mamá Z Regresan a Casa...
1
Una suave brisa soplaba en el rostro de
los soldados, las nubes se deslizaban con suavidad por el firmamento,
pronosticando otro hermoso días en los paradisíacos paisajes de aquella hermosa
isla.
El salado olor a mar llega con el lejano
sonido del dulce oleaje rompiendo en las costas. No pueden verlo, pero saben
que está ahí y esperan con ansias el día que puedan, nuevamente, lanzarse al
mar sin miedo a ser devorados por un depredador oculto, en sus azules aguas
limpias de contaminación.
En un puerto cercano a la base, los
grandes barcos se encuentran aparcados, imponentes y majestuosos, como
recuerdos de una vieja ingeniería humana que no es posible de duplicar en la
actualidad.
Algunos edificios están aún en pie,
golpeados por las tormentas y con la pintura muy comida por el salitre del mar,
son una muestra de lo que en su tiempo, y hasta hace poco, era un pequeño
poblado al borde del mar, donde los navegantes zarpaban en búsqueda de
alimentos, sin saber que tipo de peligros podía alcanzarlos, o llevando grupos
y pelotones a tierra firme en búsqueda de provisiones.
Provisiones que se han agotado y han
tenido que entrar más y más profundo en territorio de la muerte.
El sol está en lo alto, pero no se observa
movimiento de persona alguna, por el lugar. Sin embargo, la vida estaba ahí…
Existen pruebas de ello…
Los rastros de sangre aún frescas y
coagulada de hace mucho tiempo, forman pequeños lagos, trazos largos del camino
que recorrió antes de levantarse nuevamente el dueño de la misma.
El casco del barco que está amarrado tiene
una vieja y oxidada línea roja marcando el mínimo de altura que debe tener el
agua del mar, golpeando contra su casco.
Alrededor de este se pueden observar unas
4 aletas de tiburón nadando suavemente por unas aguas rojas… Mientras en las
paredes, costados y suelo de la embarcación, las manchas de sangre siguen
caminos erráticos, algunos parecen haberse lanzado al mar, mientras otros
parecían haber caído en un punto, dejando grandes manchas rojas para luego volver
a levantarse.
El suave oleaje de aquél día mantenía en
movimiento una embarcación separada, que de ser encontrada en alta mar, nadie
hubiera querido intentar de abordar ante las evidentes marcas del paso de la
muerte andante…
Aún en el muelle se podía ver los restos
de peces a medio comer, todos cercanos a grandes cavas donde, unas horas antes,
eran transportados por los pesqueros desde el mar donde los capturaban hasta
tierra firme.
Las Gaviotas parecían ser las únicas en
ese lugar que tenían vida, comiendo y consumiendo los restos de pescados
dejados en el suelo, tal vez el mar no les ha proporcionado demasiado alimento
últimamente, o sencillamente sus ojos rojos goteando sangre, demostraran que
estaban terminando lo que otros habían comenzado, después de caer en la misma
enfermedad mortal, que no respeta especie en el planeta.
En las calles se podía ver un cuerpo en
descomposición… Pero era solo uno el que estaba a la vista… Otros habían sido
devorados ya por los tiburones, estaban tapados por aves carroñeras y por
cangrejos que creyeron poderse dar un gusto sin mucho esfuerzo con carne a su
alcance…
La orilla de la playa y su arena mostraba
las huellas de un pequeño grupo arrastrando los pies que llegó por el mar. Sus
huellas inconfundibles en la arena no habían sido borradas aún por el agua,
puesto que todo había ocurrido aquella misma mañana…
Del bosque que se encontraba en los lindes
de aquel paradisiaco lugar, un ave como una guacamaya, levantaba el vuelo
asustado ante lo que pasaba por debajo de su nido en aquél momento…
Y si observabas bien y te concentrabas
rápidamente en la dirección de donde el pájaro había levantado el vuelo, podías
llegar a ver la espalda de una hermosa mujer, con su traje desgarrado,
mostrando buena parte de su morena y delicada espalda, junto con un pequeño
tatuaje en la parte baja de su cintura, y la falta de carne en una de sus
piernas, de donde no salía ni una gota de sangre.
El sonido de “alarma” de la guacamaya,
provocó que el cuerpo de la calle, abriera sus ojos en aquél instante, su iris
blanco se mostraba observando, perdido, un hermoso sol que le quemaba
directamente desde millones de kilómetros fuera de la tierra, un lugar que para
su primitivamente ya no significaba nada.
Se comenzaba a incorporar sobre su propio
peso, aprendiendo de nuevo a mantenerse en pie, aprendiendo a coordinar,
torpemente, los restos de un cuerpo que fue devorado levemente, y que las pocas
gaviotas que estaban disfrutando de su carne habían dejado sin destruir sus
tendones…
De los edificios comenzaron a salir otros
cuerpos ya en pie, mientras otros se comenzaban a lanzar al mar desde los
barcos anclados… Muchos estaban sin camisas, otros incluso estaban sin ropa…
Aquella mujer solo tenía la parte de
arriba de su ropa, mientras le faltaba la parte inferior de su cuerpo, y de su
vagina solo quedaba el espacio rojo, después de ser comido y destruido por
completo junto al muslo y las zonas cercanas a su parte más privada de
reproducción.
Todos los cuerpos que estaban en los
alrededores se habían levantado, sea lo que sea que había atacado la bahía, el
puerto y los barcos, no había perdido ningún miembro de su ejército, mientras
los humanos habían caído todos por completo…
Caído en sentido figurado, porque ahora se
levantaban en las filas enemigas… Siguiendo el rastro de sangre y pudrición que
se adentraba en el bosque, como si estuvieran siendo llamados por alguien,
comenzaban a adentrarse en la misma dirección que el último hermoso cuerpo que
se había visto desaparecer minutos antes entre la selva…
2
- No
se cuanto tiempo tengamos antes de que tengan que retirarse, por lo que no les
contaré en este momento como pasaron los siguientes años… Solo considero
necesario aclarar un último hecho entre todo el caos del principio de ese año
nuevo, espero algún día poderme sentar y contarte los demás años Lion…
Lori volteaba a ver a Lionell a la cara,
en su mirada se podía observar un poco de inocencia y complacencia… Lionell sin
embargo sentía un poco de… ¿Como explicar un sentimiento tan confuso?... ¿Amor?,
¿Cariño?, ¿Tristeza?,… Era un sentimiento que no sabía como describir… sentía
que la quería abrazar, y al mismo tiempo sentía que quería llorar por lo que
había sufrido y todo lo que había tenido que hacer una niña de 10 años para
sobrevivir en un mundo lleno de muerte…
Atsuko se mantenía al margen… No quería
intervenir… Sabía que venía uno de los pedazos más dolorosos… Decidió salir he
ir a la cocina a buscar algo para picar y algo de beber… La siguiente parte
estaba segura de conocerla, no sabía si al mismo nivel de detalle que lo
contaría en este momento, pero si lo esencial.
Lori por su parte, decidió continuar con
la historia…
- Cuando
leí hace un tiempo tu historia con Brittany… Se que tal vez soy un poco joven
para haberla leído, aunque si aún estuviéramos en el mundo tal como vivíamos
antes, a mi edad ya podría leerlo tranquilamente y estaría en una universidad,
en este momento, creo que he llegado incluso a madurar aún más rápido que lo
que hubiera podido madurar en esa época…
Sin
embargo… Cuando escribiste esa historia… “Sexo y Muerte en el Jacuzzi”… pude
sentir que mi historia, que mi vida también ha importado mucho, yo diría que
has hecho sentir a las personas que lo han leído, que no son los únicos en
medio de todo este caos, que existen más personas vivas, que cada persona tiene
una historia nueva y diferente.
Tal
vez algún día mi historia pueda ser conocida…
Lori se ruborizó un poco en ese momento…
volteó la mirada, como si sus pensamientos pudieran traicionarla… Lionell no
comprendía del todo porqué, o que podía pasar en ese momento por la mente de
aquella niña.
El seguía ahí, a su lado, atento y
escuchando su historia. Atsuko ya no estaba en la habitación, y solo quedaban
los soldados al otro lado del marco de la puerta…
- Por
supuesto que mi historia no será tan erótica, ni tan adulta como la tuya Lion…
Continuó Lori sin voltear a mirarlo a los
ojos… Ahí fue cuando Lion comprendió que estaba ruborizada, porque estaba
viendo al protagonista de una historia que a ella le había gustado… ¿Tal vez se
lo había imaginado diferente, más atractivo, más alto, o tal como era
físicamente?
Sea lo que sea le daba pena mirarlo a los
ojos, y él no quería incomodarla… Prefería dejarla tranquila para no darle
falsas esperanzas, si era aquello lo que estaba pasando por la mente de Lori.
- Mi
historia esta mucho más llena de dolor, de personas que abusaron de mí en
muchos sentidos, y otras que yo creía que solo querían ayuda y me ayudarían…
El rojo de su rostro comenzó a
desaparecer… Lionell sabía que empezaba a recordar malos momentos, así que
decidió intentar de llevarla de nuevo a algo que fuera alegre, o que, por lo
menos, le distrajera los pensamientos de todas las cosas malas de esos primeros
días del año 2013.
- Cuéntame
un poco más sobre como viviste… Si conseguiste a tus padres, y que es lo que te
pasó con tu tío David para que lo odies tanto…
Ella volteó a verlo directo a los ojos… Su
venda del ojo tapado no permitía ver el vacío que tenía en su rostro… Pero la
mirada de su otro ojo, rojo, con la sangre bañada por las mejillas, le abría
todas las ventanas que tenía que abrirle a su alma, para saber que había usado
precisamente todas las frases necesarias para recordarle lo que es el dolor, el
amor, y el odio…
- Sí…
encontré a mis padres. – Continuaba Lori mientras lo veía directo a su rostro –
Pero eso fue casi un mes después…
Lo
primero que debo de explicar es sobre el apartamento en el que vivía… Desde mi
ventana tenía una buena vista a la calle. Podía ver la tienda del frente donde
mi mamá hacía las “compras rápidas” cuando le faltaba algo para la comida, o
cuando necesitaba algo y faltaba para el mercado grande.
También
habían varias tiendas, locales, el cielo estaba bastante oscuro… En esa época
del año, normalmente amanece muy temprano y oscurece tarde… El sol sale casi a
las 5 de la mañana y se oculta ya pasadas las 7 u 8 de la noche, por lo que la
gente acostumbraba mucho a salir, pasear…
A
mi me encantaba la ciudad donde vivíamos… habíamos ido a visitar varias veces a
familiares fuera de la ciudad en el campo, o con mi papá a acampar en la
montaña, pero la ciudad era lo mejor… Estaban mis amigos, la maestra… Todos
ellos muertos ahorita…
Una mirada de tristeza se cruzó por el
rostro de Lori… A pesar de los años, aún extrañaba a sus amigos…
- A
veces me cuesta recordar sus rostros… - Continuaba Lori relatando – Incluso
recuerdo nombres, sin lograr ponerles un rostro. Solo mis padres, mi maestra Ángela
y algunos familiares se mantienen en mi mente.
No
siempre es sencillo recordar a las personas cuando tienes tantos años sin
verlos… Tienes que cerrar los ojos y concentrarte para poder ver a otras
personas… Solo quienes eran tus seres más cercanos, son los que puedes recordar
casi sin hacer esfuerzo.
Tal
vez si los volviera a ver en persona, se me harían conocidos, me sentiría que
los conozco de algún lugar… Pero esos son sueños imposibles…
Continuando
con la ciudad, esa época del año, a diferencia de lo que muestran las películas
en la televisión, para nosotros es verano, una temporada que es muy calurosa…
Yo creo que eso también contribuyó a que la ciudad se llenara tan rápido del
olor de pudrición… Todos esos muertos y cuerpos descomponiéndose… Era horrible
pensar en el olor… Uno tenía que intentar de acostumbrarse o vomitar a cada
momento.
Lo
que si se cumplía normalmente es que es una época de vacaciones, por lo que
mucha gente se iba de viaje… Mucha gente se habría ido por un tiempo de la
ciudad, y a muchos otros nos alcanzó el virus en la misma.
La
gente que se queda en la ciudad tenía también mucho para divertirse… Antes de
que todo explotara y ocurriera claro, la gente se la pasaba en la calle con
ropa muy fresca, a mi me encantaba mis ropitas frescas del verano con el fuerte
calor que normalmente se presentaba, se podía ver a los hombres usando muchas
musculosas, shorts, las chicas con sus polleras, vestidos y todo de muchos
colores…
A
la gente le gustaba mucho los colores en esta época…
Lionheart, estaba un poco desconcertado
con algunas palabras que le está comentando Lori, y eso se le notaba en el
rostro…
- ¿Dije
algo extraño o que no entendieras?...
Comentaba Lori…
- Es
que no se a que te refieres con ciertas cosas… ¿Una Musculosa?... ¿Una
Pollera?... Me dices una “Musculosa” y me imagino a una mujer con muchos
músculos, una “Físico Culturista”, y no veo como alguien podría ponerse una
mujer así de ropa…
¿Una
Pollera?... Lo veo como un área pequeña o mediana donde dejan libre a los
pollos y las gallinas… - aunque en su mente se le venían varios chistes
vulgares que comentaría con todo el gusto del mundo con sus amigos, esos
chistes no tendrían sentidos con una chica y menos que no fuera Venezolana o
Española - y tampoco comprendo como eso puede ser una prenda de ropa…
Lori mirándolo a los ojos, se hecho a reír
al escuchar las cosas que se le venían a la mente, se recostó de nuevo en la
cama mientras se reía, intentando de imaginarse las aberraciones que Lionell le
había dicho.
Al mismo tiempo llegaba por la puerta
Atsuko en ese momento…
- ¿Que
estupidez dijiste ahora para que la niña, que debería de estar en reposo, se
esté partiendo de la risa y a punto de orinarse sobre su cama?...
Lionell volteó a verla, no había tardado
casi en conseguir refrigerios, y le comentó lo que Lori le había dicho y como
se había imaginado a las chicas intentando de ponerse una especie de “pollera”
como ropa y a los hombres montarse a una mujer “Musculosa” sobre su cuerpo para
“sentirse fresco”…
Atsuko tampoco pudo contenerse y comenzó a
reírse… Inconciente o no, Lionell había bajado un poco la tensión del cuarto,
estaban los tres riéndose. Los soldados detrás de las puertas no se habían
inmutado, o por lo menos así le pareció a Lionell cuando volteo a verlos
discretamente…
Atsuko notó al instante lo que estaba
viendo, ambos se miraron a los ojos, y esta aún con una sonrisa, realizó un
ligero movimiento de la cabeza en forma de negación. Cuando ella había llegado
los soldados no se estaban riendo, ni parecían prestar mucha atención a lo que
estaban hablando en la habitación. Solo estaban pendientes si ocurrían gritos o
pasaba algo que pareciera que fuera a sacar la situación de control.
Se relajaron un poco más… Lori aprovechó y
tomó un trozo de pan y un jugo que había traído Atsuko. Lionell también tomo
otro pedazo de pan y volteo a ver a Atsuko. Se proponía preguntarle como había
ido tan rápido y regresado con las provisiones pero ella se le adelantó a
responder…
- En
el camino me encontré con uno de los muchachos que nos traía esta bandeja con
refrigerios… - Veía a Lionell a la cara, su expresión le dijo todo lo que tenía
que decirle con respecto a quien enviaba aquella bandeja. – Así que le recorté
el camino y lo traje yo misma…
- Están
muy buenos estos panes… Me sentía un poco débil, y con tantas tristezas sentía
que se me iban las fuerzas, esto es perfecto para tomar energías y continuar.
Comentó Lori, tranquilamente, como si no
estuviera notando las miradas y las señas que se estaban haciendo Atsuko y
Lionell.
- A
veces cuando paseábamos, papá daba una vuelta por el área de “Puerto Madero”
donde se encontraban cuatro diques y la gente le gustaba esa zona para pasear,
caminar, comer… En uno de los puentes, llamado “El puente de la Mujer ” era una de las zonas
donde se la pasaban las niñas y mujeres con las ropas más bonitas, mas
llamativas, y que se veía que tenían dinero, a mi me encantaba pasar por ahí y
ver la gente, por eso, aunque no fuera necesario, mi papá pasaba por ahí en los
paseos para que yo pudiera ver el lugar y la gente.
Las
plazas de mi ciudad son diferentes a otras que he visto en las fotos de otros
países… Cuando hablé en una oportunidad con un Venezolano, me decía que en tu
país los espacios de las plazas que nosotros teníamos eran considerados más
como pequeños parques, porque nuestras plazas no eran de concreto si no que se
dejaban al natural.
Muchas
personas se desplazaban con las bicicletas amarillas, que eran las bicicletas
gratis para las personas pudieran trasladarse de un punto a otro de la ciudad,
puedes usar las bicicletas por dos horas, y luego te tenías que reportar con la
misma en alguno de los puntos dispuestos en la ciudad. Se ahorraba gasolina, se
hacía ejercicio, se bajaba la contaminación… todo eso nos lo enseñaban en la
escuela.
Te
podrás imaginar como pudo golpearme a la vista voltear a ver por la ventana de
mi cuarto, y observar las calles llenas de sangre por todas partes, los coches
y los carros chocados por todas partes, el cielo se encontraba oscurecido por
el espeso humo del fuego que se había presentado, al parecer no muy lejos de la
casa, y unas nubes de lluvia parecían acercarse por el horizonte, tapando y
ocultando el firmamento, el hermoso y caluroso sol de esa época del año…
Creo que una de las cosas que más me pegó,
fue sentirme, en una época tan alegre y llena de colores y de gente en la
calle, verlo todo como si estuviera en uno de esos viejos televisores en blanco
y negro, con un horrible matiz y acentuación, donde solo se podía ver el color
rojo en las paredes, sobre la piel desgarrada de las personas, en las partes
internas que sobresalían del estomago de la otra…
Parecía que habían desaparecido todos los
colores del mundo, menos el blanco, negro y rojo…
Lori se había quedado callada por un
momento… Atsuko y Lionell se vieron por un momento a las caras, la mirada de
ambos demostraba… ¿Qué demostraba?... ¿Amor por la niña que tienen frente a
ellos?... ¿Impotencia ante lo que había ocurrido?...
Como si fuera poco el momento nostálgico y
triste que se estaba viviendo en la habitación, las luces comenzaron a titilar
en la habitación…
Lionell y Atsuko se extrañaron… Lionell no
sabía si era normal, aunque con la poca tecnología recuperada, no sabía como
funcionaba la electricidad en aquella base en la que apenas tenía un par de
día…
Por otro lado Atsuko… Si le parecía
extraño las fluctuaciones de luz… ¿Estaba fallando el generador de energía de
nuevo?... ¿Tendrían que lanzar otra misión de emergencia a tierra firme por
piezas de reparación, que la última vez fueron muy difíciles de conseguir y se
perdieron la vida de 12 hombres?... Esperaba que no fuera otro mal
funcionamiento que necesitara más misiones del mismo nivel de peligro…
- Me
mantuve tranquila en la casa los primeros días… Creo que incluso pasó una
semana antes de pensar en volver a salir del cuarto y menos del apartamento…
Continuaba contando Lori, trayendo de
nuevo a Lionell y a Atsuko a la habitación y dejando de cavilar por las fallas
que parecía estar presentando la corriente en la base.
- Los
siguientes días incluso pude sacar a los monstruos del apartamento…
Cuando
era de día, podía moverme dentro del mismo con facilidad… Solo tuve que salir
con mucho cuidado, al cabo de varios días cuando dejaron de golpear las
puertas. Salí al pasillo principal y los zombies estaban caminando por la sala
de la casa, otro estaba parado frente a la puerta de la cocina viendo hacia el
interior de la misma y sin moverse.
Caminé
lentamente y pegada a la pared, ya sabía que no me atacaban si no hacía bulla,
o me movía muy rápido… Creía que tal vez lo que tenía es que no les gustaban
las niñas como yo. Mi ojo no había seguido sangrando desde que estaba incluso
en el apartamento del piso de arriba donde había estado.
El
ojo parecía haberse “sanado” desde el momento que me dejaron de dar las
medicinas. Al llegar a la sala, pude ver que la salida estaba despejada, había
algunos monstruos más allá de las puertas, en el pasillo pero no se movían.
Tomé
un cenicero de la mesa central, en la casa nadie fumaba, pero algunos amigos de
papá si lo hacían y ellos lo usaban junto a la ventana para que no oliera feo
en la casa.
Me
acerqué a la puerta y lancé el cenicero con fuerza a una esquina y cayendo por
las escaleras, se reventó en pedazos, puesto que era de vidrio, y los zombies
inmediatamente comenzaron a seguir la fuente del sonido.
Incluidos
los que estaban dentro de la casa… yo medio moví un mueble para irlo acomodando
hacia la puerta, pero dándoles paso para que pudieran salir de la casa por sus
propios pies… Así que el truco del cuarto me seguía funcionando.
Tenía
la casa para mí sola… la puerta no podía encerrarla por lo que bloquee la
entrada con el mueble que estaba moviendo mientras salían los zombies de mi
casa. Ellos siguen los sonidos, las cosas que se muevan muy rápido, y los
olores fuertes que no sean a podrido. Una colonia, un detergente… son olores
que pueden seguir…
Al
cabo de unos días, tuve que comenzar en pensar salir a otras casas o apartamentos
que estuvieran vacíos de personas, pero que hubieran dejado comida. Lo bueno es
que conseguí muchas puertas abiertas, las personas habían salido corriendo de
sus casas sin importarles mucho dejar las puertas abiertas…
Las luces de la habitación volvieron a
apagarse y encenderse, pero esta vez fueron varios los segundos que tardaron
apagadas antes de encenderse. Cuando la corriente llegó nuevamente con
normalidad, Atsuko y Lionell se estaban viendo a los ojos.
Ella no dijo palabra alguna y se retiró a
averiguar si todo estaba bien, si se estaba realizando algún mantenimiento o si
tenían un nuevo problema en la base. Lionell se quedó con Lori para continuar
escuchando su historia… Sabía que en cualquier momento llegaría el médico y lo
mandaría a salir de la habitación.
- En
esos días también pude ver a muchas personas salir de los edificios cercanos, o
llegar por la calle durante el día y la noche, intentando de conseguir
alimentos y cosas, solo para ser alcanzados por los zombies y comidos por ellos
casi frente a mi casa.
Eso
me ayudó mucho… Al principio quería irme con ellos, que supieran que yo estaba
ahí y con vida, pero también me daba cuenta que ellos no sabían mantenerse
escondidos de los zombies, y a ellos si los perseguían apenas los veían y se
les lanzaban encima, no como a mí que me dejaban tranquila.
Yo
aprovechaba después cuando pasaba toda la conmoción y las personas que habían
sido comidas se levantaban como un monstruo más, podía bajar tranquilamente y
buscar las bolsas de comidas, aguas, jugos y cosas que llevaban cuando eran
alcanzados…
Eso
provocó que ciertas personas me vieran… empecé a tener problemas y aún creía en
las personas sin comprender que solo me querían usar.
Por los pasillos, Atsuko va caminando un
poco intranquila, observando los rostros de los soldados… unos se encontraban viendo
las luces y pendientes de las cosas que estaban pasando, al parecer un tanto
preocupados también… Otros no le prestaban la mas mínima importancia.
En el salón de juegos, se contaban chistes
entre ellos, sobre lo malos que eran cuando no tenían luz, y discutiendo si se
valían o no los tiros que se habían hecho en la oscuridad mientras parecía que
pequeños relámpagos se encontraban dentro de la base.
Había decidido ir al centro de seguridad,
verificar que todo estuviera normal y que no estuviera ocurriendo nada fuera de
lo común.
En el cuarto, Lori continuaba contando muy
superficialmente su vida en aquél mundo apocalíptico, en el que tuvo que vivir
y sobrevivir de niña.
- Antes
de que me vieran las demás personas y yo decidiera irme con ellas para intentar
de sobrevivir más tiempo, - Continuaba Lori observando las luces del techo que
le empezaban a dar un mal augurio… - en una oportunidad, mientras regresaba a
la casa con la bolsa de comidas enlatadas que tenía un hombre que había caído
frente a mi edificio, intentando de escapar de un grupo muy grande de
monstruos, me encontré con una sorpresa en la entrada del apartamento…
Cuando
llegaba a la casa, ya con el sol bajando… habían dos zombies parados frente a
la entrada del apartamento, cuya puerta ya no existía y lo único que evitaba
que entraran era un mueble que yo le pasaba por encima con algo de esfuerzo
extra cuando lo necesitaba.
Por
un momento, todas las demás criaturas que estaban en el pasillo desaparecieron,
todo lo que escuchaba en su cántico infernal y gutural eterno, los pasos de
pies arrastrándose por el edificio, o el suave sonido de unos cascabeles al
final del collar del perro de la Señora Ana ,
un perro que ya no existía, pero ella aún mantenía su correa atada a su muñeca
del momento que fueron alcanzados…
Todo
aquello había desaparecido de mis sentidos, por un momento, pude ver el
edificio como si nada de todo aquello hubiera ocurrido, la sangre del suelo
había desaparecido, las paredes volvieron a tomar aquel horrible color crema y
los marcos no mostraban los rastros de la destrucción que habían tenido de las
personas defendiéndose de las hordas y hordas de zombies que se los comieron…
Por
unos pocos segundos solo llegué a ver a mis padres parados frente a la puerta
del apartamento, con su ropa de su trabajo, después de regresar de un día
fuerte, con los hombros algo caídos y les imagine los rostros un poco alargados
a causa del malestar de ver como “yo” había dañado la puerta de la casa, y para
protegerla le había puesto un mueble en el camino.
Esperé
que se voltearan, me vieran y me regañaran, por un momento pensé que en verdad
todo había sido una pesadilla, o que me había metido demasiado en alguno de mis
juegos mentales, donde me imaginaba “que pasaría si…” como me gustaba llamarlo…
Algo
sonó en uno de los pisos inferiores, para mí había sonado como si alguien había
llamado el ascensor en la planta baja, aunque no había electricidad desde hace
un tiempo, que fue lo que sonó de verdad, mi mente no fue capaz de reconocerlo
ante aquella ilusión que estaba teniendo.
Aquél
ruido provocó que mi “padre” comenzara a voltear sobre su hombro derecho, ahí
de pié a la izquierda de mi madre por culpa de su ligera sordera del oído
izquierdo por sus dos operaciones, pero mientras su rostro se volteaba y me
veía a mí de frente, su rostro se fue desfigurando, la piel del cachete se le
caía a pedazos, mostrando los dientes sucios que se iban mostrando debajo de
los mismos.
Mi
madre también comenzó a voltear, dejando ver la falta de nariz, aunque tenía
los orificios, parecía una criatura extraña, casi irreconocible, faltándole la
parte superior de los labios, con la mueca de desaprobación por mi mal
comportamiento, más horrible que había visto en mi vida.
En
ese momento, mientras sus rostros se desfiguraban, todo alrededor y en el piso
comenzaba a aparecer nuevamente, los demás zombies comenzaban a voltear en la
dirección que yo estaba, la sangre aparecía de nuevo en el suelo y paredes, el
horrible color crema empezaba a quedar nuevamente tapado por la suciedad, el
negro de la oscuridad y las partes humanas restregadas.
El
cascabel arrastrándose, al final de la correa de la Señora Ana volvía a
sonar, los gruñidos y el eterno canto de los muertos volvía a envolver mi mente
y mis sentidos…
Comencé
a caminar en dirección a la casa… Mis padres Z, no se movieron de la entrada,
pero me estaban viendo… Yo no quería tocarlos… Me daban miedo, y al mismo
tiempo los quería abrazar, lanzarme encima, llevarlos adentro…
Eso
fue lo que ganó… me metí en el apartamento, pasando sobre el mueble… y empujé
el mismo para dar paso… Mis padres Z hicieron una mueca; Creo que sentían que
debían comerme, y al mismo tiempo sentirían que debían dejarme tranquila…
Lancé
una lata de comida hacia el interior de la casa, su golpe provocó que
terminaran de reaccionar, haciéndolos entrar en búsqueda del sonido, me quedé
al otro lado del mueble para cerrar la entrada, pues el sonido no solo los
había traído a ellos, los que se encontraban en el pasillo seguían el origen
del sonido…
Logré
“cerrar” la entrada justo antes de que entrara otro zombie que yo no quisiera…
empezaron a agolparse en la entrada, y temí que pudieran pasar por encima del
mueble, si tuvieran la suficiente coordinación podrían hacerlo, puesto que eran
muchos más altos que yo, pero yo tenía una forma de alejarlos de ahí…
Cerca
de la entrada había puesto varios vasos de vidrio y cosas así que había
conseguido en otras casas, figuras de santos, o elefantes de vidrio, en una de
las casas conseguí la figura de un hombre gordo que estaba sonriendo… Me
encantaba esa figura pero pensaba principalmente como podría ayudarme…
Lancé
una figura de unos leones que no me gustaba sobre los zombies que se agolpaban
en la puerta, los pasó, chocó con algo, reventó y las piezas comenzaron a rodar
por el suelo, lo que atrajo la atención de ellos inmediatamente.
Se
alejaban de la puerta, había logrado lo que quería… Sin saberlo aquél día sería
el primer día de unos años en los que yo cuidaba de mis padres para que no se
me perdieran y no los mataran, en caso de que consiguieran una cura a todo
aquello…
Yo
pensaba que eso era una enfermedad por supuesto… y nosotros no éramos los
únicos que la estábamos sufriendo, en algún lugar en un planeta tan grande
debía de haber muchas personas sanas que estuvieran buscando una vacuna y una
cura.
Con
otros juegos y trampas logré llevar a mis padres al cuarto de ellos y dejarlos
ahí encerrados… No podía arriesgarme a que salieran por sobre el mueble
mientras yo salía en algún momento a buscar comida y agua para todos.
Conseguí
trampas de ratones, con lo que los alimentaba a ellos, capturaba gatos
callejeros… Sabía que no era sano, pero ellos no querían comer nada de los
enlatados que yo les ofrecía y que yo me comía…
Aún
cuando estaba con los demás grupos que me utilizaron, llegué a ir a la casa
para revisar que no les hubiera pasado nada y continuaran en su cuarto…
Lori estaba muy triste… las lagrimas
rodaban suavemente por su mejilla, la venda de su ojo vacío necesitaba ser
cambiado, pues estaba llenándose nuevamente de sangre sobre las manchas de
sangre ya seca de los otros momentos que ha estado dejando salir sus
sentimientos y emociones…
En otra parte del complejo, Atsuko llegaba
a la sala de seguridad, las personas en la zona se veían tranquilas, no pensó
que fuera tan preocupante aquellas pequeñas fallas y tintineos en las luces que
provocaban el efecto relámpago dentro de la base.
Al abrir la puerta de la sala de seguridad
pudo observar a los hombres, reunidos en una mesa central, con unas cartas de
Póker, fumando cigarrillos y riéndose libremente mientras contaban chistes y
subían las apuestas ante una reina de diamante que era destapada en la cuarta
carta sobre la mesa.
La rabia que la invadió en aquél momento
se le notó en el rostro, gritó impulsivamente y los hombres se levantaron de
golpe de la mesa, lanzando al suelo las fichas y las cartas, al llevarse la
mesa por el medio el que estaba de espaldas a ella por el susto de aquel acto.
Una ficha negra había quedado girando
sobre su propio eje durante unos pocos segundos… Solo los suficientes para
poder ser pateado por Atsuko que pasaba molesta entre aquellos hombres.
El humo del cigarrillo que salía lentamente
por los ductos extractores de aire, inundaba la habitación, parcializando la
visibilidad de los monitores desde la puerta donde ella estaba. Sacudiendo un
poco el humo de su rostro, y ya frente a los monitores, comenzó a revisar las
cámaras de seguridad…
Conocía el sistema, ella fue parte del
equipo que ayudó a montar las cámaras y sabía en que parte del complejo se
encontraba cada una de ellas, por los mismos números que la identificaban en la
esquina superior de la pantalla donde los iba cambiando y observando los
resultados.
Las instalaciones interiores se veían
normales, al parecer las pequeñas fallas eléctricas que se estaban presentando
parecían ser normales, tosió un poco y les grito para que terminaran de apagar
los “malditos” cigarros de sus “putas” bocas…
Al agacharse un poco, mientras tosía hacia
la mesa donde estaban los controles uno de los hombres le informó que no le
estaban presentando mucha atención a las fluctuaciones de corriente, ya que les
habían pasado un memorando informando que ese día se realizaría una revisión y
mantenimiento de rutina a los generadores externos de la base, y que aunque
llegara a fluctuar la luz, los generadores internos de emergencia se
encenderían por el tiempo que durara la reparación…
Atsuko pensando en ello, cambió a la
cámara externa del enrejado donde se encontraban los generadores eléctricos
externos, pudo observar que la reja externa de seguridad estaba abierta y no se
veía movimiento alguno.
Le parecía una completa irresponsabilidad
de las personas que habían ido ha hacer aquél mantenimiento… Pero lo extraño
era que las llaves estaban aún pegadas a la reja, desde el lado de adentro.
Cambió a la primera cámara interna del
pequeño bunker y observó un rastro suave de sangre en el suelo, y unas marcas
de mano en una de las paredes… Ya con los cigarros apagados el humo se estaba
disipando y los demás soldados comenzaron a ver las siluetas en la pantalla,
comprendiendo lo mismo que estaba comprendiendo Atsuko.
Al cambiar a la última cámara interna, donde
estaban los generadores, pudo ver a todo el equipo de mantenimiento… Estaban
siendo devorados por un grupo de zombies en el suelo de aquella habitación…
Una de las cosas que le pareció extraño a
Atsuko, fue que toda la ropa de los soldados de mantenimiento estaba en una
esquina, los hombres fueron devorados desnudos como Dios los trajo al mundo,
pero no por la destrucción de la ropa, parecía que más bien ellos se la habían
quitado…
Un zombie se estaba devorando a uno de
ellos aún de pié ambos, pegados contra una pared, el zombie se apartó, jalando
un gran pedazo de carne y dejando salir un chorro grande de sangre por el
agujero en el cuello de aquél que ya se encontraba muerto ante la falta de
estomago y la falta de su pene…
El zombie pareció molestarse, o cambiar de
idea ante aquella comida, lanzó el cuerpo a un lado sin prestar mayor atención,
se notó que su fuerza no era la de un zombie normal, del principio del
Apocalipsis, pues el cuerpo salio volando hacia una pared lateral con tal
fuerza, que golpeó un panel de control.
Las chispas comenzaron a saltar de aquél
panel, el cuerpo del desdichado hombre parecía haber quedado clavado contra los
controles, y ante un humo que comenzó a salir, muchas luces rojas comenzaron a
titilar y podían ser vistas desde la cámara…
Solo por unos pocos segundos antes de
perder la electricidad por completo y quedar a oscuras en el cuarto de
seguridad…
Las luces de emergencia se encendieron 3
segundos después del apagado… El rostro de Atsuko era de rabia, de preocupación
y de impotencia ante la inutilidad de los hombres de seguridad que, por jugar
una partida de Póker, habían dejado descuidado la labor de mantenimiento
exterior…
Sabía que la seguridad del lugar, y tanto
tiempo sin novedades y sin peligros en la isla los había vuelto más confiado…
Le dolió conocer a que nivel se estaba confiando la gente en la base.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permite lenguaje Obseno, vulgar, o en agresión del autor, u otros usuarios. Dichos comentarios serán eliminados cuando sean observados por el Autor.
Recuerda que esto no es un celular, así que eres libre de escribir completo y en perfecto castellano para no tener que descifrar "groglificos egpcios, aramo antiguo" ni cosas estrañas...