VII
Y Dios Dijo "Que Se Haga La Luz"…
Atsuko sentía que no sabía que podía hacer
para salvarse de aquella situación, estaba bloqueada, esa criatura gigante
caería sobre ella en un par de segundos, la aplastaría y se convertiría en el
siguiente palillo de dientes de su cena.
En ese instante la criatura gigante lanzó
otro golpe, moviendo el cuerpo destruido del zombie en vertical a donde se
encontraba ella. Esta rodó sobre su propio cuerpo y peso, el sonido de los
huesos chocando contra el suelo, de la carne al ser golpeada fuertemente, como
si fuera un cerdo cayendo con gran velocidad de un avión o helicóptero, fue
envuelta por la sensación de haber sido alcanzada cuando sintió un trozo de
carne volando por un lado de su cabeza y estrellarse unos centímetros mas
adelante de donde ella se encontraba.
Aprovechó de tomar la linterna, y comenzó
a moverla para atraer la atención del gigante, y de esta manera evitar que
pisara a Lionell que aún se encontraba inconsciente a un lado. Comenzó a ingresar
por el pasillo donde la criatura había venido, en la dirección de los
transformadores que debían volver a encender, el camino que el monstruo le
había interrumpido al volverse a levantar luego de pasarlo unos segundos antes.
Haciendo ruido y moviendo la luz, la
criatura parecía haberse olvidado por un momento que tenía un aperitivo ahí
mismo al alcance de su brazo. Comenzó a avanzar hacia Atsuko, al ver que estaba
logrando lo que ella quería alejándolo de Lionell se dio la vuelta y alumbró su
camino al interior de aquella oscuridad, esperando no acorralarse a sí misma
con alguna otra horda de criaturas lista para devorarla.
Aún no estaba segura como podría derrotar
a esa criatura, menos aún cuando había perdido su propia arma, tal vez pudiera
conseguir un arma de los otros cadáveres en el interior de aquella instalación,
y se arrepintió de no verificar si el cadáver del primer soldado al entrar, tenía
algún arma con la cual ayudarse.
Continuó andando, siempre pendiente que el
gigante la persiguiera, cosa que no era muy difícil de comprobar al escuchar
sus pasos acercarse, más rápido de lo que ella hubiera deseado a decir verdad,
y con la completa seguridad de saber que la alcanzaba.
No tenía un plan final, intentaba de
pensar en algo que viera en las cámaras que pudiera ayudarla.
Recordó la escena... el soldado que se
dejó atrapar por aquella criatura gigante sin siquiera usar su arma para
defenderse. ¿Había quedado congelado ante la magnitud de semejante criatura o
había ocurrido algo más?...
Comenzó a creer que el Psíquico que habían
acabado antes de salir de la base había logrado penetrar aquí y había
confundido a los guardias con alguna ilusión. Eso por lo menos respondería la
razón para que no se defendieran ante semejante criatura y por lo menos no le
dispararan...
Pero no le daba una forma de salvarse.
Ellos mismos habían ya vivido en carne propia la inutilidad de las pistolas
ante el cuerpo de aquella cosa.
Pudo ver una puerta en lo que parecía el
final del pasillo, estaba derribada, creía, y estaba casi segura, que sería la
puerta final, donde se había provocado la masacre que observó por las cámaras
de video antes de desaparecer la imagen provocada por el corte eléctrico.
La puerta estaba abierta, pero entrar por
ella era entrar en un callejón sin salida. Se detuvo y se volteó, no tuvo que
esperar mucho tiempo, la criatura, sin correr y con mucha calma, la había
perseguido esperando el momento para atacarla.
Era casi como si tuviera un pequeño rastro
de conciencia, conociendo que no había otra salida por el camino que ella se
estaba metiendo, por donde él mismo había venido. Disfrutando con cierto
cinismo el tener a su presa ahí encerrada, con miedo, sin poder escapar de sus
garras...
¿Pero en verdad esta criatura era capaz de
razonar?, ¿Era capaz de pensar y disfrutar a ese nivel el momento?, ¿o
solamente era la mente de Atsuko trabajando junto a sus peores miedos para
destruir su mente y su psiquis?...
El monstruo levantó nuevamente los restos
del despedazado cadáver que usaba de garrote, al que ya le había destruido los
huesos en el golpe anterior y parecía más uno de los tubos de luces de
emergencia, o los que se usaban en las fiestas "Rage" hace un par de
décadas.
Atsuko se lanzó hacia atrás para evitar el
golpe, y nuevamente el cuerpo golpeó contra el suelo. Aquel golpe no había sonado
con el desquebrajar de los huesos internos. Un sonido más gelatinoso, como de
una gran cantidad de masa o harina al chocar contra el suelo.
Ella retrocedió un par de pasos más, cerró
la puerta de la habitación en la que no quería ingresar pero se vio obligada.
No detendría mucho tiempo a la criatura, tal vez unos segundos, mientras
estudiaba la habitación con la luz de la linterna.
Un golpe alcanzó la puerta. Pero la fuerza
de esta criatura no era igual a los que estaban fuera de la base al momento que
llegaron. Este con un solo golpe la había derribado.
El crepitar de la puerta al estrellarse en
el interior golpeó los oídos de Atzuko, que ya se había resguardado más en el
interior buscando como encender las luces. Si moría por lo menos quería cumplir
su misión.
La criatura gritó, ya no parecía querer
jugar más con su comida, con su nuevo bocado. Parecía molesto si es que estas
criaturas podían tener algún tipo de sentimiento después de muertos, y luego
pareció desconcertada al notar cómo con el último golpe que había arrojado
contra la puerta, el cuerpo que sostenía en su mano como garrote por una pierna
se había desprendido, dejando solo una pierna doblada entre sus enormes manos.
Atsuko se volteó, no veía el panel que
tenía que encender, no había un panel al que darle a una palanca tres veces
para cargar y comenzar a darle a los interruptores para encender las luces de
la base como creía que sería.
En ese momento no estaba segura si lo que
veía era cierto, pero la habitación parecía un poco más iluminada. Tal vez su
vista finalmente, en los últimos segundos, con la adrenalina en su sangre, la
piel de gallina ante el ser a su espalda y escuchándole gritar como si la
estuviera insultando, le hubiera permitido tener un último segundo de lucidez y
completa claridad.
Desde el lado del marco de la puerta
escuchó un nuevo grito que no esperaba en ese momento.
- ¡ATSUKOOOO!
Era la voz de Lionell desde el marco de la
puerta. Ella intentó de ver si sus oídos habían escuchado correctamente después
de creer que podían estar destruidos por el ensordecedor sonido de los gritos
de aquella criatura en un espacio tan reducido.
Lo que ella veía como más iluminado no era
sino la linterna de Lionell apuntando al interior buscándola.
La criatura volteaba a ver la fuente del
grito a su espalda, y Lionell aprovechó de disparar dos veces a su cabeza, la segunda
bala disparada le había dado en un ojo a la criatura, la cual se tambaleó y
movió hacia atrás, interponiendo sus grandes y fuertes manos frente a su rostro
para protegerse y cubrirse donde había sido herido.
Lionell se agachó y deslizó por el suelo
un arma a Atsuko, aprovechando que la criatura no lo veía en ese momento. Llego
muy cerca de los pies de ella, aunque tuvo que dar un par de pasos para poderlo
tomar.
Cuando logró ver el arma que le había
pasado, se preguntaba de donde la había sacado, cuando ellos solo habían ido
con las pistolas hasta ese lugar.
- SUBETE
EN EL MESÓN, Y CUANDO ESTE DISTRAIDO CONMIGO DESCARGA TODO EL PUTO CARGADOR EN
SU CABEZA DESDE ATRAS...
No tenía mucho que pensar... Comprendió
perfectamente lo que tenía pensado hacer Lionell en ese momento.
Él comenzó a disparar a la criatura, de
cuya cuenca ocular brotaba el horrible líquido negro, espeso y desagradable que
salía de esa criatura cuando lograban herirla un poco.
Ella se subió con suma agilidad en la mesa
metálica que se encontraba en la habitación en ese momento.
La criatura comenzó a avanzar lentamente
al origen de los disparos de Lionell mientras este comenzaba a retroceder.
Atsuko ya en la mesa apuntaba a la cabeza
desprotegida de la criatura por su espalda. La tenía lista para disparar, pero
si los disparos de la metralleta que tenía en sus manos traspasaban a la
criatura tenía muy altas posibilidades de impactar sobre su compañero, por lo
que buscaba un tiro más limpio...
En ese momento el arma de Lionell sonó con
el temido "Clic" de vacio al intentar de disparar de nuevo. La
criatura pareció reconocer el sonido porque su brazo entero bajó
desprotegiéndose el rostro y mostrándole a Lionell la oscuridad de la muerte
existente en el vacío ojo que él mismo le había dejado, donde el líquido ya
había dejado de brotar y comenzaba a formar costras...
Si necesitaban pruebas de que la criatura
tendría una vaga capacidad para razonar, este acto se lo había terminado de
confirmar.
Cuando bajó el brazo, Lionell volteo a ver
detrás de la criatura preguntándose por qué aún seguía en pie y no le habían
volado los sesos. En ese instante comprendió, que él se encontraba al final de
la trayectoria desde el punto de vista de Atsuko, por lo que comenzó a
retroceder y a moverse a un lado para quitarse del medio.
Cuando Atsuko vio el leve movimiento de
Lionell para quitarse del medio del camino, quitó el seguro del arma,
colocándola en automática. Respiró con suavidad, tomó con más fuerza, concentró
toda su atención en apuntar a donde necesitaba con exactitud... Posiblemente
sería la única oportunidad que les dejaría esa criatura, si la llegaba a fallar...
El repiqueteo del arma comenzó a sonar
dentro de la encerrada habitación, la luz de los fogonazos de los disparos
iluminaba las paredes, y bajo la concentración de Atsuko casi creía que podía
ver la trayectoria de cada una de las balas que salían de su arma.
No le sorprendió en absoluto llegar a ver
como el cráneo se destrozaba y despedazaba ante la potencia de fuego que estaba
recibiendo. Sus sesos se despedazaban y salían volando por el aire,
desperdigando la sangre negra y coagulada, espesa junto a astillas de cráneo,
sesos y masa encefálica desperdigada por la habitación.
La inmensa criatura caía lentamente,
acompañada por la sangre negra saliendo de los restos que debían ser su cabeza,
sus brazos sin poder alguno para contener la gran masa y el peso de su cuerpo.
Después de todo no llegó
a ser tan duro como Hulk en la piel... Si no hubiera sido un verdadero ser
imposible de matar...
Pensaba ella mientras su arma humeaba un poco
tras la descarga, respiraba con un poco de dificultad tras la descarga de
adrenalina que había vivido, y observó la sonrisa de Lionell al ver el cuerpo
en el suelo y que el plan había funcionado.
Atsuko descendió de la mesa, y ambos se
acercaron el uno al otro para poder hablar con calma.
- Te
has dado una buena siesta allá atrás ¿no?
- No
exactamente, pero si me ayudó a despejar la mente y pensar una forma de
derrotarlo... - Volteó a ver a la criatura nuevamente que yacía con los restos
del destruido cuerpo del otro zombie aún en su mano. - Aparte que su garrote ya
no le funcionaría de mucho y podía regresar a tomarme a mí como uno nuevo en
vez de comerme.
- ¿Y
de donde sacaste este juguete que nos permitió derrotarlo?...
Ella veía el arma que tenía en sus manos. Ellos
no la habían llevado desde la base, eso lo sabía muy bien...
- Me
comencé a levantar cuando te diste la vuelta por el pasillo, atrayendo su
atención... Y cuando lo hacía recordé el soldado que habíamos eliminado como
zombie al entrar. Aún conservaba su arma, pero estaba bajo su cuerpo y por eso
no la vimos bien desde un principio para tomarla.
También
recordé que me habías mencionado que en el video viste que no se habían
defendido y que por eso creías que podía haber un psíquico en estas
instalaciones.
Volteó a ver hacia los lados, apuntando con la
linterna, como buscando algo en el lugar.
- Cosa
que aún no quiero descartar por completo para no encontrarnos con más sorpresas
en mitad del momento de relax que estamos teniendo.
- Y
hablando de Relax... Ayúdame a encontrar los interruptores que deberíamos de
levantar para poner en funcionamiento de nuevo la electricidad de esta base.
- Está
bien mi general... - Lionell chocó los talones y le hizo un saludo militar a
Atsuko, buscando romper un poco la tensión y sonreír... - Ya me pongo manos a
la obra Señor... ¿O debería de decir señora?...
- Ya
deja de comportarte como un tontico que no es el momento... Lo primero que
deberíamos de revisar es la zona en la que se estrelló el soldado cuando ese
monstruo gigante lo arrojó como un trapo.
Ella comenzó a revisar las paredes lentamente
ya con la criatura muerta, al mismo tiempo que verificaba el suelo para no
encontrarse con uno arrastrándose a sus pies y buscando morderla. En un momento
la luz de su linterna pasaba por donde se encontraba él buscando...
Se quedó por un momento extrañada. Lionell no
buscaba en las paredes, o en el suelo si tenía una criatura arrastrándose para acabar
con su vida. A cambio estaba apuntando al techo con su linterna.
Por un momento se le pareció a un niño de edad
escolar, que al no saber una respuesta se distraía viendo al techo mientras los
demás niños intentaban de encontrar una respuesta a la prueba o pregunta que la
maestra hiciera.
- ¿Qué
haces?...
Le preguntaba ella...
- Buscando
la cámara...
Ella iba a comenzar a replicarle que no
necesitaban la cámara sino el panel dañado, contra el que se había estrellado
el soldado arrojado por el aire en el video... Pero su propio pensamiento le
había respondido el razonamiento de él.
El volteó a verla en ese momento, y como si le
hubiera leído el pensamiento, le sonrió con una mueca de cariño y picardía, al
tiempo que intentaba de "picarle el ojo"... Cosa que nunca le salía
bien, ni sexy... Y lo sabía.
Ella mejoró un paso más el método de Lionell...
Se subió a la mesa desde la que le había disparado a la criatura, sabía que
desde ahí no tendría que estar pendiente de ninguna criatura que se arrastrara
a sus pies...
Peinó toda la habitación y no encontró ninguna
cámara en el techo. Volteó a ver a Lionell con algo de extrañeza. Estaba
completamente segura que no se habían desviado en el camino.
- Es
raro... La cámara por la que vi todo lo ocurrido aquí, no está... y tampoco es
que pueda ver los cables de donde debería de haber estado o algo así.
Se sentó en una orilla de la mesa donde se
encontraba. Lionell se acercó a ella y conversaron en un tono de voz muy
bajo... No tanto porque los pudieran estar espiando o algo así. Más bien lo
hacía porque el eco de sus voces por los pasillos les sentía hacer un poco
paranoicos, como si aún hubiera criaturas o enemigos ahí, espiando sus
movimientos y comprendiendo todo lo que estaban diciendo y hablando.
- Tal
vez no estamos en la misma habitación que viste en el video. Tal vez sí nos
equivocamos de camino. Ese monstruo tuvo tiempo de sobra para moverse por aquí
adentro mientras nosotros veníamos, mientras luchamos contra el psíquico antes
de salir, cuando nos reunimos con los chicos, en el camino por el medio de la
selva...
- Bien,
bien... Ya comprendo la idea. Entonces regresemos en nuestros pasos y vamos por
el otro camino...
- ¿Para
que regresar en vez de continuar y ver dónde termina el pasillo?
Atsuko puso una expresión de extrañada...
Estaba casi segura que esa era la habitación final del pasillo que habían
tomado. Pero él al darse cuenta de su reacción se acercó a la puerta de entrada
de la habitación, verificó primero el pasillo a ambos lados, junto al suelo
para que no lo sorprendiera otra de aquellas criaturas putrefactas, luego alzó
la luz de la linterna al techo y observó como efectivamente una tubería gruesa
venía de esa habitación a la que habían entrado, pero también había un conjunto
de ramales de otros tubos igual o más gruesos que cruzaba unos metros más
adelante, donde él creía que había un cruce del camino para poder continuar.
Comenzó a caminar en esa dirección y ella
obviamente lo seguía muy cerca cuidando cada paso, dejando atrás el monstruo
Hulk que habían tenido que derribar con tantos problemas. Después de unos pocos
pasos, pudo ver cómo, efectivamente, el pasillo giraba y continuaba con los
tubos en el techo a lo que parecía ser el verdadero lugar donde se encontraba
lo que necesitaban.
Ella no estaba segura si era su imaginación o
si lo que veía y sentía era la realidad, pero el pasillo se hacía cada vez más
estrecho, mas pegado a ellos, con más dificultades para caminar, se sentía
asfixiada, sentía que no podría seguir caminando, que no podía dar un paso más.
Sentía como si el arma le comenzara a pesar
cada vez más en las manos, los brazos no querían sostener el arma, sus pies
comenzaban a dejar de responder, la linterna parecía comenzar a vacilar en
querer o no iluminar, - ¿O tal vez su
vista estaba siendo nublada y bloqueada en ese momento? - Pensaba para sus
adentros Atsuko...
Sabía que tenía a Lionell delante de ella, pero
no estaba segura si era exactamente su silueta lo que veía delante.
Comenzó a preguntarse cómo había hecho aquella
criatura gigante para pasar entre ese pequeño pasillo, para alcanzar la
habitación que estaría al final si lograba llegar... Si no sería por la otra
ruta y este pasillo estrecho era la demostración de que no era este el camino.
Sin embargo Lionell se había detenido... Ella
casi no lo vio hacerlo sino hasta que tenía su nariz entre su suave cabello. Se
había golpeado levemente contra la cabeza de él, y notó que sus hombros estaban
"traspasando" las paredes que a ella le estaban aprisionando y
ofuscando.
Ahí estando detenida fue que notó que las
paredes "se movían" muy lentamente para buscar encerrarlos y
aplastarlos. Pero Lionell no parecía prestarle atención. - ¿Y para que le va a prestar atención si está atravesando las paredes
como si fuera el propio fantasma?... A menos que... A menos que él no esté
viendo lo mismo que yo... - Pensó ella en ese instante.
Lionell por su parte se preguntaba que le había
pasado a Atsuko para que se chocara con él, como si no lo viera con toda la luz
de las antorchas que había en las paredes... Paredes que ahora parecían unas
columnas inmensas de un color blanco marfil, sosteniendo un techo que no
alcanzaba a ver, sin comprender si era por la altura o porque la oscuridad se
estaba tragando la luz de su linterna.
Volteó a ver a Atsuko que se lo había llevado
por el medio, y observó como ella movía sus manos en el aire, como si intentara
de tocar algo que no estaba ahí... Y cuando su mano pasó por una de las
columnas que él estaba viendo, la mano lo traspasó como un fantasma a una pared
cuando está en estado inmaterial.
Se vieron a los ojos, y comprendieron al
momento lo que les estaba ocurriendo. Es una de las ventajas de conocerse bien
entre dos personas, pueden saber lo que piensa una y otra sin necesidad de
decir palabra alguna. Estaban entrando en una ilusión de un psíquico que no
quería que lo alcanzaran y lo eliminaran.
Comenzaron a caminar aún más lento, más
despacio y con cuidado. Pero no tuvieron que esperar mucho. Llegaron a una
puerta, para él de mármol, para ella era una puerta de tecnología muy
futurista, pero al mismo tiempo actual si la humanidad hubiera continuado con
vida.
Se organizaron, ella se colocó a un lado y él
al otro, abrieron la puerta, ella se agachó y apuntó al interior de la
habitación, apuntando con una linterna que ya no parecía darle luz, él de pié
apuntó también al interior...
Ambos vieron la misma imagen en ese momento, un
hombre de gran corpulencia y una túnica blanca romana se encontraba al fondo en
un gran trono dorado. Su barba aún en la distancia era distinguible, dando una
imagen de Dios o ser Omnipresente y Omnipotente...
No necesitaron pensarlo dos veces, dispararon a
aquel "Dios Olímpico" sin darle tiempo de cambiarles la fantasía, sin
darle tiempo de siquiera pensar que ellos estaban preparados para matar todo lo
que encontraran en el camino y que no fueran ellos mismos.
Cuando las balas comenzaron a atravesar su
cuerpo, y en especial aquellas que alcanzaron su cráneo y su cabeza, la ilusión
que estaban viendo cada uno comenzó a desvanecerse...
En ese instante una criatura que se encontraba
a un lado del marco de la puerta que habían acabado de abrir se le abalanzó
encima de Lionell.
Sus dientes chorreaban baba con un fuerte
espesor como de sangre aún sin terminar de coagular sobre el cañón del arma que
había logrado colocar en su boca, antes de que lo mordiera en el brazo.
Un último disparo le despedazó en el instante.
La bala salía por detrás de la cabeza de esa criatura junto a restos de la masa
encefálica y huesos...
Permanecieron ahí, peinando la habitación en
búsqueda de algún otro zombie que se les fuera a lanzar encima antes de
conseguir su cometido.
Al ver que ninguna criatura los atacaba
entraron en la habitación. La cámara la localizaron rápidamente en una esquina
de aquél cuarto nuevo. Las paredes volvieron a tener su forma de instalaciones,
nada futurista a lo Alien, ni antiguo a lo romano.
Por otro lado, la sangre era un componente de
decoración nuevo en esta habitación, ya que el suelo tenía un par de grandes
charcos, donde parecía que le habían arrancado las piernas a la otra persona
que habían tenido que eliminar. Así como las paredes tenían las manchas y
salpicaduras de la sangre caliente que había bombeado las extremidades luego de
un corte a pura fuerza bruta.
Siguieron el ángulo de visión de la cámara y
localizaron el panel contra el que habían estrellado al soldado...
Se acercaron a la misma y comenzaron a
verificarla. Observaron que el panel estaba golpeado y hundido por el golpe,
pero al mismo tiempo tenía varias perillas que sencillamente se habían caído...
Se vieron por un momento a las caras... ¿Sería
tan sencillo como volver a levantar y que la corriente volviera a circular?...
Nada perdían con probar.
Comenzaron a empujar los Breakes escuchando sus
golpes típicos, como de una máquina de escribir antigua he inmensa, que se
repetía en el eco de los pasillos vacíos.
Al terminar de alzarlos vieron como las luces
se estaban encendiendo en las mismas instalaciones donde estaban, y al parecer
también deberían de estar regresando a las instalaciones principales ya que
incluso la cámara de seguridad ahora tenía ya su luz roja titilando.
- Y
así de fácil, es como hemos vuelto a pasar del Apocalipsis al Génesis en un
solo día...
- Nada
de fácil amor.... - Le respondía ella mientras le colocaba los brazos por el
cuello - El derribar a esa criatura gigante no fue para nada fácil aunque a ti
te lo pareciera desde el frente donde no le disparaste...
- Hey,
hey... Que yo te traje el arma, yo lo distraje, y yo fui el del plan
- Y
fuiste quien se desmayó en el primer golpe y ahora lo va a hacer con mi beso...
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